24.6.10

Más allá del espectáculo, los valores del Cirque du Soleil

El Cirque du Soleil es una compañía canadiense creada por el artista callejero Guy Laliberté en el año 1984 en Québec, Canadá. Por ocasión de la presentación de su espectáculo Quidam en Buenos Aires, Gaétan Morency, vicepresidente de la empresa Cirque Du Soleil-Global Citizenship, estuvo en el Ministerio de Cultura de la ciudad para compartir ideas sobre el modelo de negocio sustentable que impulsa la compañía.

Para entenderlo, siguen algunas cifras del Cirque du Soleil:
- Empezaron en 1984 con 64 empleados,
- En 2010 llegan a 5.000, de los cuales 1.200 son artistas,
- Entre todos, suman más de 50 nacionalidades y hablan unos 25 idiomas diferentes,
- Casi 100 millones de espectadores han visto sus shows desde su creación,
- 15 millones de espectadores verán sus espectáculos a lo largo de 2010,
- Tienen en cartel 21 espectáculos en diferentes ciudades del mundo en este momento,
- Dedican 18 meses al proceso de creación de los espectáculos para giras, con una inversión promedio de 15 millones de dólares por espectáculo,
- Dedican 30 meses al mismo proceso para los espectáculos residentes en una ciudad, como por ejemplo, Las Vegas, Macao ó Tokio, invirtiendo un promedio de entre 40 a 45 millones de dólares por show,
- Dedican el 1% de su facturación total en programas de responsabilidad social empresaria. En 2010, esta cifra rondará los U$ 10 millones.

Responsable dentro de la estructura de la empresa por el desarrollo de relaciones con la comunidad, autoridades gubernamentales y empresariales, y de llevar a cabo la implementación de programas de acción cultural y social, Morency destacó la importancia de los 3 valores esenciales que son la base de la filosofía del Cirque du Soleil: Que la innovación permanente sea sinónimo del acto creativo, la búsqueda de la excelencia en la performance de cada artista, y que permanentemente se desarrolle el concepto de ciudadanía, entendiéndolo como el equilibrio entre un medio ambiente sustentable, el desarrollo económico y la inclusión de los sectores desfavorecidos de la sociedad.

Ejemplo de la verdadera responsabilidad social empresaria, el Cirque du Soleil publicita poco ó nada las tareas sociales que lleva a cabo de manera estable a lo largo de los últimos años. Desde programas educativos para jóvenes artistas de talento hasta la creación de campañas de concientización sobre el SIDA y programas para facilitar el acceso al agua potable en diversas regiones del mundo, el Cirque no pierde oportunidad, según Morency, de intentar transmitir los valores de la compañía a sus espectadores, partners, socios y aliados, donde quiera se encuentren. Ciudadanos del mundo, como Guy Laliberté gusta definirse.