22.2.10

"No puedo hablar ahora, el rey se está muriendo"

Una nota publicada en el NYTimes comienza dando cuenta de la siguiente anécdota: un productor teatral estaba asistiendo hace algunos años a una función de "El Rey y yo", cuando sonó el celular de una mujer sentada cerca suyo en la platea. La espectadora respondió el llamado con la frase mencionada.

El aviso previo a los espectáculos en vivo que solicita a los espectadores apagar sus celulares y no filmar ó fotografiar durante las funciones es objeto de discusión en todas partes. Algunos directores teatrales le incorporan a los avisos la línea artística del espectáculo, unos pocos directamente los incluyen como parte del espectáculo, y otros prefieren colocar anuncios en lugares bien visibles -y/ó en los programas de mano- antes del ingreso a la sala para evitar romper el clima del espectáculo a presentarse. Actores y actrices en diferentes escenarios han llegado a interrumpir parlamentos durante algún llamado entre el público, pidiendo incluso al espectador a responderlo.

Quien de nosotros no ha sufrido espectadores vecinos que hablaban bajito por su celular ó chateaban vía una pantallita hiperluminosa durante una función? Es posible que la necesidad de estar permanentemente conectados no "perdone" al ámbito del teatro (o de un concierto, ó de un show)? Muchos teatros no sólo informan a sus públicos sobre sus espectáculos, precios de localidades y demás servicios, sino que han decidido emprender proactivamente una tarea informativa hacia sus espectadores, que va desde la provisión de información más detallada sobre el período histórico en que se desarrolla un determinado espectáculo, hasta códigos de vestimenta y "etiqueta del espectador". Funcionará?

8.2.10

Más espectadores y mayores ingresos - motivo de controversia en el American Repertory Theather

La controversia llegó al American Repertory Theater (A.R.T.) con el nombramiento de su nueva directora artística, Diane Paulus, hace algunos meses.

Conocida por la puesta en escena de espectáculos que involucran activamente a los espectadores en el escenario (por ejemplo, al final de “Hair”, actualmente en cartel en Broadway, el público baila alocadamente con el elenco sobre el escenario), su desembarco en el A.R.T. ha despertado gran controversia, principalmente en ámbitos académicos. El teatro, fundado en 1980, se ha caracterizado desde su creación por montajes experimentales, siendo reconocido internacionalmente como uno de los teatros más importantes de los Estados Unidos. Pero es, a la vez, el partner académico-teatral de la Universidad de Harvard (que aporta un 20% de su presupuesto anual) y responsable por el Institute for Advanced Theater Training de la universidad, conjuntamente con el Moscow Art Theater School.

En el centro de la controversia está el notable aumento en la venta de localidades y en los nuevos públicos (jóvenes preponderantemente) que se han ido acercando al A.R.T. desde que asumió la nueva directora artística. Las preguntas inevitables que muchos se hacen van desde “si, viene más público, pero realmente sale de la función movilizado luego de ver puestas menos solemnes?” hasta “hay que sacrificar el arte y hacer propuestas más populares?” ó incluso “si una entidad académica financia un teatro y lo hace en aras de la educación, porqué le debería importar la cantidad de localidades vendidas?”.

Nada de esto parece molestar a la directora. Su influencia en la programación se ha hecho notar inmediatamente, llegando incluso al desarrollo de una nueva iniciativa (“Experience the A.R.T.”/”Experimente el A.R.T.”) que, si bien está relacionada con la misión institucional del teatro, que habla de expandir los límites tradicionales del teatro, le suma su concepción acerca de que una función teatral hoy puede ser más que un grupo de espectadores sentados en una platea. Para Paulus, el teatro es una oportunidad para que la gente se reúna y disfrute y experimente en carne propia, entre todos, el hecho teatral, un poco a la usanza del teatro medieval ó del teatro hindú.

Más espectadores y mayores ingresos son en general un deseo común en quienes se dedican al teatro en cualquier lugar del mundo. Y como dijo la directora en una reciente entrevista a medios norteamericanos, “En el siglo V AC el teatro ocupaba en Grecia un rol central en la vida social y religiosa de la comunidad. El teatro de hoy, concebido con público sentado en butacas atornilladas al piso es apenas un tipo de teatro… Estamos recuperando espectadores, que seguramente querrán ser desafiados y ver cada vez más trabajos experimentales… pero sin quedarse dormidos en sus butacas”. Le quedan aún 4 años y medio de gestión, y será más que interesante ver si la programación que lleve adelante logrará cumplir ese objetivo.